El
delantero boliviano Marcelo Martins Moreno la pasa muy mal en el fútbol
paraguayo donde no anotó ningún gol desde que fue contratado por el Cerro Porteño.
Partido
que pasa y es partido en el que la hinchada cerrista pierde la paciencia con el
boliviano. Martins llegó como una de las más grandes contrataciones de la
temporada, pero poco a poco es considerado como una de las frustraciones pese a
que lleva apenas dos meses en el vecino país.
Este
martes jugó su quinto partido con el cuadro azulgrana (empató 0-0 contra
Olimpia), vio pocas veces el balón y sus compañeros apenas lograron que el
boliviano participe del compromiso. En el minuto 69 fue cambiado y fue silbado
por las personas en el estadio.
En
febrero pasado, Martins aterrizó en Paraguay y fue recibido por varios medios
de prensa que lo catalogaron como la máxima estrella que contrató el club en
los últimos años.
El
19 de febrero hizo su debut y generó expectativas pese a que estuvo 16 minutos
en el triunfo de Cerro Porteño sobre Guaraní por 2-0.
Una
semana después, el boliviano jugó apenas 5 minutos en el triunfo de su equipo
contra el Guaireña por 0-2. Tuvo más minutos el 6 de marzo cuando Cerro Porteño
goleó 4-0 a Sol de América e hizo un gol que fue anulado.
La
prueba de fuego la tuvo el 13 de marzo pasado en el clásico paraguayo contra
Olimpia que finalizó con derrota de Cerro Porteño por 2-0 y los dardos fueron
apuntados a Martins quien fue titular, jugó 79 minutos y no pudo anotar ningún
gol.
Este
martes volvió a enfrentar a Olimpia con la esperanza de acabar con su sequía de
anotaciones, pero nuevamente defraudó y se fue silbado.
El
periodismo paraguayo indica que el boliviano está desconcentrado en los
partidos debido a la enfermedad de su padre, Mauro Martins, quien está en
Brasil en una condición delicada.
Con
un sueldo que se aproxima a los 100 mil dólares, Martins ya no es el jugador que
era aclamado por las calles paraguayas, ahora tiene la presión de la hinchada
que sigue esperando celebrar un gol del boliviano.
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